BUENOS AIRES, 20 nov (Reuters) – Hebe de Bonafini, la icónica cofundadora de las Madres de Plaza de Mayo de Argentina y una férrea luchadora contra las violaciones de derechos humanos cometidas durante la dictadura militar del país en las décadas de 1970 y 1980, murió el domingo en la edad de 93
Bonafini se convirtió en una de las activistas de derechos humanos más famosas de Argentina cuando ella y otras 13 mujeres comenzaron a buscar a sus hijos que fueron secuestrados por las fuerzas de seguridad durante la dictadura. Murió el domingo por la mañana, dijo su hija en un comunicado.
Perdió a sus dos hijos durante la llamada «Guerra Sucia», en la que aproximadamente 30.000 activistas de la oposición, académicos y disidentes políticos fueron asesinados o desaparecieron por la fuerza. Sus dos hijos nunca fueron encontrados y se presume que están muertos.
Desde su primera protesta el 30 de abril de 1977, las Madres de Plaza de Mayo, un grupo identificado por los pañuelos blancos que usaban durante las marchas semanales en la capital Buenos Aires, jugaron un papel crucial en la defensa de los derechos humanos en el país.
El grupo de mujeres enfrentó amenazas de muerte y algunas fueron secuestradas y suicidadas.
«Nos arrestaron, nos golpearon, vinimos con pelucas para que no pudieran identificarnos», dijo Bonafini a Reuters en 2007.
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, lamentó el fallecimiento de Bonafini en Twitter y el gobierno convocó a tres días de luto nacional.
“Queridísima Hebe, Madre de Plaza de Mayo, eres un símbolo mundial de la lucha por los Derechos Humanos y un orgullo de Argentina”, escribió Fernández de Kirchner.
Bonafini dividió la opinión entre algunos por sus puntos de vista contundentes y, en ocasiones, controvertidos.
Una vez expresó su apoyo a las elecciones del 1 de septiembre. El 11 de enero de 2001, atentados contra Estados Unidos y dijo que el Papa Juan Pablo II ardería en el infierno por expresar su solidaridad con las madres de los separatistas encarcelados del grupo vasco ETA.
En 2011, un escándalo de corrupción relacionado con la vivienda asequible también empaña la imagen pública de Bonafini.
Pero más de 40 años después de su primera marcha, las Madres de Plaza de Mayo siguen siendo un poderoso símbolo en el país sudamericano, y continúan realizando concentraciones para pedir justicia.
“El gobierno y el pueblo argentinos reconocen en ella un símbolo internacional de la búsqueda de la memoria, la verdad y la justicia para los treinta mil desaparecidos”, dijo la oficina del presidente Alberto Fernández en un comunicado.
“Como fundadora de las Madres de Plaza de Mayo arrojó luz en medio de la noche oscura de la dictadura militar”.
Información de Hernán Nessi; Escrito por Maximiliano Heath; Editado por Paul Simao
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