El Fondo Monetario Internacional revisará su pronóstico de inflación para Argentina en 2022 debido al impacto de la guerra en Ucrania, confirmó este jueves un vocero del prestamista multilateral.
Durante su rueda de prensa habitual, el portavoz del FMI, Gerry Rice, dijo que se revelaría una nueva estimación una vez que la Junta Directiva del organismo haya aprobado la última revisión trimestral de las autoridades del FMI del acuerdo de reestructuración de la deuda de Argentina por 44.000 millones de dólares.
«No hay una fecha establecida para llevar esta revisión a la junta, aunque normalmente toma entre tres y seis semanas», dijo Rice.
Para tener en cuenta la situación económica local, indicó que se revisaría al alza el pronóstico de inflación incluido para tener en cuenta el impacto de la guerra en Ucrania en los precios de las materias primas y los precios mundiales de los alimentos.
No obstante, reiteró la línea del Fondo de que no se cambiarían las metas existentes de déficit fiscal del país, acumulación de reservas del Banco Central y financiamiento monetario.
Se espera que la inflación supere el 70 por ciento para fin de año, según la encuesta más reciente del Banco Central a expertos y economistas publicada el viernes pasado. La estimación más reciente del FMI prevé una tasa de entre el 38 y el 48 por ciento, una cifra que la mayoría considera fuera de su alcance.
Los precios han aumentado un 58 por ciento solo en los últimos 12 meses, saltando un 6,7 por ciento solo en abril.
Estimación de la OCDE
Continuando con los pronósticos, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió el miércoles que la economía mundial pagará un «precio alto» por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, ya que recortó su pronóstico de crecimiento para 2022 y proyectó una inflación más alta.
La organización con sede en París, que representa a 38 países en su mayoría desarrollados, es la última institución en pronosticar un menor crecimiento del PIB debido al conflicto, que ha disparado los precios de los alimentos y la energía.
En su última perspectiva económica, el grupo dijo que el producto interno bruto global crecería un tres por ciento en 2022, una fuerte caída desde el 4,5 por ciento estimado en diciembre.
La OCDE también duplicó su pronóstico de inflación entre sus miembros -que van desde Estados Unidos hasta Australia, Japón y países latinoamericanos y europeos- al 8,5 por ciento, su nivel más alto desde 1988.
El Banco Mundial también revisó sus propias cifras el martes, reduciendo su pronóstico de crecimiento global del 4,1 por ciento al 2,9 por ciento. El FMI recortó su pronóstico en casi un punto al 3,6 por ciento en abril.
La economía argentina crecerá un 3,6 por ciento este año, pronosticó la OCDE, un aumento de 1,1 puntos. Para 2023, la OCDE pronostica que el PIB mejorará un 1,9 por ciento, una gran caída con respecto al tres por ciento pronosticado por el FMI en abril.
En un informe, la organización destacó los acuerdos del gobierno con los acreedores externos como factores que «reducen la incertidumbre y ayudan a reducir gradualmente los desequilibrios macroeconómicos de larga data».
En otras partes de América Latina, se espera que la economía de Brasil crezca un 0,6 por ciento, en lugar del 1,4 por ciento pronosticado en diciembre, según la OCDE. Se espera que México crezca un 1,9 por ciento (un 1,4 menos) este año y Colombia un 6,1 por ciento (un punto más).
La OCDE también recortó su pronóstico de crecimiento para Estados Unidos de 3,7 por ciento a 2,5 por ciento y el de China, la segunda economía más grande del mundo, de 5,1 por ciento a 4,4 por ciento. Ahora se prevé que el PIB de la eurozona crezca un 2,6 por ciento en lugar de un 4,3 por ciento, mientras que la perspectiva de Gran Bretaña se redujo a un 3,6 por ciento desde un 4,7 por ciento.
– TIEMPOS/AFP/NA
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