Las ventas a Rusia de frutas argentinas producidas en la región de Río Negro y Valle de Neuquén se han paralizado completamente por la cancelación de los servicios de contenedores a este país.
Solo menos del 30% de las peras y manzanas que se enviaron al mercado ruso desde el puerto de San Antonio Este (SAE) llegarán a Rusia. La invasión de Rusia a Ucrania ha generado toda una cadena de consecuencias que han impactado severamente al sector frutícola argentino.
La semana pasada, los importadores rusos anticiparon que se retrasarían los pagos a los productores de frutas de la región. Lo más preocupante, sin embargo, fue el salto que golpeó el tipo de cambio, que pasó de 75 rublos por dólar a 130 rublos por dólar en apenas 30 días.
A principios de febrero, una caja de peras en Moscú se podía colocar entre 2.200 y 2.400 rublos, es decir, unos 30 dólares por caja (CIF). Ahora ese valor se ha desplomado a unos 17 dólares, cifra que es insuficiente para cubrir todos los costos de producir y exportar la fruta del Valle y termina dando retornos negativos.
Desviar la fruta a los mercados europeos
Los envíos de fruta que partieron en febrero por el puerto de San Antonio hacia San Petersburgo se están reorientando al mercado europeo. De hecho, gran parte de esa fruta se descargó en Rotterdam y se dejó allí para ser vendida en los mercados del continente.
El problema es que es de muy baja calidad -que es el grado que tradicionalmente se envía a Moscú- por lo que probablemente se venderá a precios muy bajos afectando a todas las peras y manzanas argentinas en este destino, informó Río Negro.
Fuente: rionegro.com.ar